Llegó Volando: La crítica y la esperanza en el vuelo del cuervo

"Llegó volando el cuervo sobre mi suelo..." Así comienza "Llegó Volando", una de las canciones más poderosas y emblemáticas de Patricio Manns, quien, a través de esta composición, logra transmitir no solo una crítica feroz a la opresión histórica, sino también una profunda esperanza en la capacidad del pueblo para levantarse y reclamar su justicia. Esta canción fue escrita en 1973, en el contexto político crucial de Chile, poco antes del golpe de Estado que derrocó al gobierno de Salvador Allende. La canción refleja la angustia de una nación oprimida, pero también el deseo de resistencia y la promesa de un futuro de liberación.

La canción fue creada y grabada en el exilio, junto al Grupo Inti Illimani, también exiliado en ese momento, después del golpe militar de 1973. Los músicos chilenos, exiliados debido a su vinculación con el gobierno de Allende y su apoyo a la Nueva Canción Chilena, hicieron de la música un acto de resistencia frente a la represión y el silencio impuesto por la dictadura de Augusto Pinochet. La colaboración entre Manns e Inti Illimani en esta pieza refleja no solo el dolor del exilio, sino la necesidad de seguir luchando por la libertad a través del arte.

El cuervo que aparece en la canción es una poderosa metáfora de la violencia, el imperialismo y la opresión. En este contexto, el cuervo simboliza la figura del poder opresivo que arrastra consigo la oscuridad y la destrucción. "Llegó volando el cuervo sobre mi suelo / Para sembrar las ruinas y el desconsuelo", describe cómo el poder extranjero y la corrupción interna destruyen la esperanza y los valores de la nación. La figura del cuervo no es solo un ave, sino el símbolo de un régimen que se alimenta de la sumisión, el saqueo y la traición.

En los versos "Durante largos siglos los yanaconas / Le entregaron las llaves de la corona", Manns evoca la historia de la colonización, donde los yanaconas (indígenas sometidos en la época colonial) entregaban su lealtad a los colonizadores, traicionando a su propio pueblo. Este verso denuncia a los colaboracionistas que, por interés propio, entregan las riquezas y los recursos naturales a potencias extranjeras, olvidando su compromiso con la patria.

La crítica continúa al mencionar cómo los pueblos originarios, y en general las naciones latinoamericanas, han sido "violadas" y "ensangrentadas" por quienes buscan el oro a costa de la explotación de las tierras. La letra también condena a los traidores, aquellos que "besan la bota sucia que los ultraja", aludiendo a los sectores de la sociedad que, por migajas o poder, colaboran con el imperialismo y los dictadores.

A pesar de la dureza del mensaje, "Llegó Volando" no es solo una canción de desesperanza. La línea "Un paredón exijo con cal y canto / Para que el pueblo juzgue de tanto en tanto" plantea la necesidad de justicia popular. Manns exige un juicio popular para los traidores, un espacio donde el pueblo pueda juzgar a aquellos que han sido cómplices de la opresión. Este verso, aunque simbólico, señala la necesidad de que el pueblo recupere el control de su destino, que se haga justicia frente a la corrupción y la traición.

En el último verso, "Pero no está lejano el día clemente / En que nos levantemos contra los sables / Para anunciar la aurora del continente", Patricio Manns ofrece una visión de esperanza, un futuro en el que los pueblos latinoamericanos se levanten contra la opresión y anuncien una nueva era. La "aurora del continente" es la imagen de un amanecer liberador, un despertar colectivo en el que la justicia, la libertad y la unidad prevalecen sobre los sables de la represión.

La canción, que al principio se veía como una denuncia a las injusticias de la dictadura de Pinochet, se convirtió también en un símbolo de la lucha contra las dictaduras militares en toda América Latina. Durante ese tiempo, muchos artistas y músicos se exiliaron, pero la música siguió siendo un medio para mantener viva la resistencia y la memoria. La colaboración con Inti Illimani, cuyo sonido folclórico y de protesta era un emblema de la resistencia popular, elevó el mensaje de Manns a nuevas alturas.

Hoy, "Llegó Volando" sigue siendo una de las canciones más emblemáticas de la Nueva Canción Chilena. A través de su crítica feroz al imperialismo, la corrupción y la traición, la canción mantiene su relevancia, pues la opresión y la lucha por la libertad continúan siendo temas universales. En la obra de Patricio Manns, la música no solo es una forma de resistencia, sino un testimonio de la esperanza, de que el pueblo siempre puede levantarse, luchar por la justicia y reclamar su dignidad.