Cantares, un homenaje de Serrat al gran poeta Antonio Machado.
- McH

- 25 oct
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En 1939, moría en Francia el poeta español Antonio Machado, quizás uno de los literatos más reconocidos, recordados y queridos de la literatura española. Su obra refleja las inquietudes y preocupaciones de su época, así como una visión crítica y profundamente humana de la realidad española.
Machado vivió sus últimos años de vida bajo la dictadura militar de Francisco Franco, un régimen al que se opuso activamente, tanto en sus escritos como en su vida personal. Su poesía se caracteriza por la búsqueda de la verdad y la belleza, un anhelo constante de justicia y de libertad, y una reflexión profunda sobre la existencia y la muerte.
Uno de sus poemas más emblemáticos es La saeta, un canto de crítica religiosa, centrado en la visión de Jesucristo en la cultura andaluza. En este poema, el poeta no se identifica con el Jesucristo tradicional, como una figura divina inmóvil y estática, sino con un Jesús que camina, que obra, que sufre, que siente y que se sacrifica en un acto de constante transformación.
La saeta
Dijo una voz popular:
«Quién me presta una escalera
para subir al maderopara quitarle
los clavosa Jesús el Nazareno?»
Oh, la saeta, el cantar al Cristo de
los gitanos siempre con sangre en
las manos, siempre por desenclavar.
Cantar del pueblo andaluz que todas
las primaveras anda pidiendo escaleras
para subir a la cruz.
Cantar de la tierra mía que echa flores
al Jesús de la agonía y es la fe de mis
mayores.
¡Oh, no eres tú mi cantar, no puedo
cantar, ni quieroa este Jesús del
madero sino al que anduvo en la mar!
Treinta años después de su muerte, en 1969, Joan Manuel Serrat, gran admirador de Machado, incluyó este poema en su repertorio, dándole una nueva vida en la canción Cantares. En ese mismo año, el cantautor catalán le rindió homenaje, y desde entonces esta canción se ha convertido en un referente de su legado. En una versión más reciente, interpretada en el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar en 2009, Serrat logró transmitir la misma emoción y nostalgia que lo caracterizó al interpretar este tema por primera vez, convirtiéndolo en un himno a la filosofía de vida de Antonio Machado, siempre tan vigente en tiempos de lucha y esperanza.
En Cantares, Serrat, con su inconfundible estilo, nos invita a reflexionar sobre la búsqueda de la verdad, sobre la trascendencia de la memoria colectiva y sobre la forma en que la música y la poesía pueden conectar a los pueblos a través del tiempo. Esta canción no solo representa un tributo a Machado, sino también un canto a la libertad, a la resistencia y a la necesidad de mantener vivos los valores humanos en cualquier época.
Es impresionante cómo la poesía y la música, dos formas de expresión tan poderosas, pueden entrelazarse para seguir transmitiendo mensajes universales. En este caso, la obra de Antonio Machado se ha convertido en un puente entre generaciones, un reflejo de la memoria histórica de España y del alma misma de su pueblo, especialmente de Andalucía, con su particular religiosidad y su pasión por la vida.
En Revista Digital Música con Historia, celebramos la confluencia de estos dos mundos: la poesía de Antonio Machado y la música de Joan Manuel Serrat. A través de las canciones que han marcado momentos clave en la historia cultural, seguimos rindiendo homenaje a aquellos que, con sus letras, nos invitan a reflexionar sobre la vida, la lucha, el amor y la memoria. La música, como la poesía, es un lenguaje universal que atraviesa las fronteras del tiempo y el espacio, y siempre estará presente como testimonio de lo que fuimos, somos y seremos.





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