Yo te nombro. La Libertad en las Notas de Gian Franco Pagliaro y en las voces de Sanampay.

La libertad, ese valor fundamental que define la esencia misma del ser humano, ha sido una de las fuentes más constantes de inspiración en el arte a lo largo de la historia. De hecho, se podría afirmar que toda creación artística auténtica, en alguna medida, tiene un trasfondo relacionado con la lucha por la libertad. Desde la música hasta la literatura, pasando por la pintura y la escultura, la libertad ha sido una constante presencia en las obras que han marcado la evolución de la humanidad. Pero más allá de su significado filosófico, la libertad es también una necesidad existencial, un estado del ser que impulsa al individuo a actuar según su voluntad, a tomar decisiones propias, sin verse sometido a las imposiciones externas.

Este concepto, que se deriva del latín libertas —y cuya etimología hace referencia a la “condición del que es libre”—, expresa el anhelo más profundo de la humanidad: vivir en un estado de autonomía y autodeterminación. La libertad, en este sentido, se convierte en el más alto de los valores humanos, un bien que no solo define el ser, sino que también lo eleva, le permite desarrollarse plenamente.

En el ámbito de la música, este ideal de libertad ha sido plasmado por muchos compositores que, al igual que otros artistas, han intentado capturar la esencia de la libertad en sus obras, ya sea a través de la lucha contra la opresión, el reclamo de justicia, o la simple exaltación del individuo como ser libre.

Uno de estos compositores fue Gian Franco Pagliaro, un músico de origen italiano cuya carrera se desarrolló principalmente en Argentina, y quien se convirtió en un referente dentro del nuevo folclore latinoamericano y la música de protesta. Nacido en Italia, Pagliaro emigró a Argentina a la edad de 15 años, donde comenzó a gestarse su espíritu artístico. Desde muy joven, se vio inmerso en un contexto social y político de grandes transformaciones. En su música, fusionó el romanticismo pop con el folclore latinoamericano, impregnándola de una profunda carga política que reflejaba las tensiones y luchas de la época.

La obra de Pagliaro es un testimonio del compromiso social y político de muchos artistas de su tiempo, quienes utilizaron la música como una herramienta para expresar sus ideales y denunciar las injusticias que ocurrían en América Latina. En particular, la canción "Yo te nombro" —una de sus composiciones más representativas— se erige como un himno de libertad y resistencia. Compuesta en 1971, "Yo te nombro" es un canto de lucha contra todo tipo de opresión, pero también una profunda reflexión sobre la importancia de la libertad como principio inviolable.

Muchos estudiosos y músicos han señalado una posible conexión entre la canción de Pagliaro y el poema del poeta francés Paul Éluard, escrito en 1942. Este poema, titulado "La liberté", se convirtió en un himno de la resistencia durante la ocupación nazi en Europa. La letra de Éluard fue recitada en varias ocasiones para alentar a los combatientes contra el nazismo, y algunos críticos sugieren que la composición de Pagliaro podría haberse inspirado en esta misma visión de la libertad como un valor por el cual vale la pena luchar. Aunque no se ha comprobado oficialmente esta influencia, la esencia del mensaje es similar: "Yo te nombro" se presenta como una declaración de principios, una canción que, en su letra y su música, clama por la libertad y condena todo lo que atenta contra ella.

Es en este contexto que Sanampay, se presenta como el vehículo perfecto para revivir esta obra. Sanampay es conocido por su capacidad para fusionar lo tradicional y lo contemporáneo, lo folclórico y lo moderno, en un estilo único que ha cautivado a muchos. Al interpretar "Yo te nombro", el conjunto no solo rinde homenaje a la obra de Pagliaro, sino que también le da una nueva vida, interpretando la canción con una energía fresca y revitalizada que mantiene su poder de conmover y motivar al oyente.

El grupo Sanampay es una agrupación musical que representa la fusión de dos de las tradiciones más ricas y profundas de América Latina: la música folclórica de Argentina y de México. Su nombre, Sanampay, evoca la sonoridad de los pueblos del sur del continente, y la mezcla de ritmos y estilos que caracterizan a esta banda refleja un espíritu de colaboración y entendimiento entre culturas. El grupo no solo tiene como objetivo rendir homenaje a las tradiciones musicales de sus respectivos países, sino también innovar, incorporando elementos contemporáneos a sus composiciones, lo que les permite ofrecer una propuesta fresca y vibrante.

Sanampay se distingue por su capacidad de fusionar el folclore tradicional con sonidos modernos, generando un crisol sonoro que es al mismo tiempo respetuoso con sus raíces y arriesgado en sus experimentaciones. En su música se pueden escuchar influencias del folclore argentino, como la zamba, chacarera y milonga, y del folclore mexicano, con sus célebres rancheras, sones y huapangos, pero todo ello tamizado con arreglos contemporáneos y una sensibilidad actual que no pierde de vista la profundidad de las tradiciones.

Lo interesante de Sanampay es que, al mezclar estos elementos, crea una sonoridad única que logra conectar con públicos diversos. Sus presentaciones en vivo son muy apreciadas, ya que la agrupación pone un énfasis especial en la interpretación de los instrumentos tradicionales, pero también en la integración de otros más modernos, como la guitarra eléctrica, el teclado y las percusiones contemporáneas. Esta combinación de lo viejo y lo nuevo, de lo rural y lo urbano, les ha permitido trascender las fronteras de ambos países, llevando su música a escenarios internacionales.

La interpretación de Sanampay de esta canción es un recordatorio de que la música, más allá de su función estética, tiene un papel crucial en la construcción de la memoria colectiva y en la transmisión de valores universales. Al escuchar "Yo te nombro", no solo celebramos la libertad, sino que también nos unimos a aquellos que han luchado y siguen luchando por ella. La canción se convierte en un canto de resistencia, un símbolo de esperanza en tiempos difíciles.

Este tipo de música, que trasciende el tiempo y el espacio, demuestra el poder de las palabras y las notas para movilizar conciencias. Gian Franco Pagliaro nos dejó una obra que sigue vigente, como un recordatorio constante de que la libertad no es solo un derecho, sino una responsabilidad que debemos proteger y defender.