Los Salieres de Charly. Leon Gieco.

Para algunos, esta música es conocida como música docta, para otros es simplemente música clásica, y también se le denomina música culta o incluso música académica. Sea cual sea su nombre, se trata de las creaciones musicales que se desarrollaron en Europa entre 1750 y 1820, un período que marcó el auge de la música en Occidente. Durante esta etapa, se establecieron las normas de composición y estructura que regirían el desarrollo de la música para los siglos venideros. Las tradiciones musicales tanto litúrgicas como seculares de la época influyeron fuertemente en la forma y el estilo de las obras de este período. Además, el piano se consolidó como el instrumento predominante tanto para la composición como para la interpretación, aunque también se hicieron esenciales otros instrumentos como el violín, la viola, la trompeta, el trombón, el violonchelo, el oboe, el corno, el fagot y el clarinete, entre muchos otros.

Dentro de este vasto universo de compositores clásicos, uno de ellos es Antonio Salieri, un compositor italiano cuya figura está envuelta en historias fascinantes que han trascendido el tiempo. Salieri, aunque reconocido por su talento, es famoso también por su relación con Wolfgang Amadeus Mozart, el genio austriaco que dejó una huella indeleble en la música.

La historia cuenta que Salieri y Mozart no fueron grandes amigos, sino más bien rivales, y que Salieri habría sido acusado de plagio por algunos de sus contemporáneos, especialmente en lo que respecta a sus obras más populares. Sin embargo, la acusación más persistente ha sido la de una envidia musical hacia el joven Mozart, quien, por su parte, tenía una habilidad excepcional para la composición. La rivalidad entre ambos compositores es algo que se ha convertido en parte del folclore musical, pero no hay pruebas definitivas de que Salieri haya sido realmente tan envidioso como se le ha retratado. Hoy en día, la figura de Salieri ha quedado marcada por esta acusación, y la expresión “ser un Salieri” se asocia comúnmente con ser un plagiador, aunque esto sea más producto de mitos que de hechos comprobables.

Esta historia de celos y disputas en el mundo de la música clásica se convirtió en un referente cultural que perduró a lo largo de los siglos. Siglos después, en los años 90, la historia de Salieri sirvió como inspiración para una crítica social y política en la Argentina, a través de la figura de otro músico. El cantante y compositor argentino León Gieco, conocido por su compromiso con las causas sociales y su postura frente a la política de su país, creó el tema "Los Salieres de Charly". En esta canción, Gieco no solo hace referencia a la figura histórica de Salieri, sino que utiliza esta metáfora para hablar de la envidia, la persecución y las luchas dentro del mundo de la música, aludiendo indirectamente a los enfrentamientos políticos y sociales de su tiempo. Además, en la letra, saluda a su buen amigo Charly García, el exintegrante de Sui Generis, un músico de dilatada trayectoria que, al igual que Mozart en su época, se destacó por su genio musical y su enorme influencia en la música de América Latina.

La canción "Los Salieres de Charly" fue una pieza de protesta política en los años 90, un reflejo de las tensiones sociales que vivía Argentina en ese entonces. A lo largo de su carrera, León Gieco ha sido un firme defensor de los derechos humanos, la justicia y la libertad, utilizando su música como una herramienta de crítica y reflexión. Esta canción, en particular, es un claro ejemplo de cómo la música puede trascender su origen y convertirse en un acto de resistencia y reflexión sobre el contexto histórico y social.

Una de las presentaciones más memorables de esta canción tuvo lugar en el Festival de Olmué, en Chile, en el año 2012. En este concierto, Gieco logró transmitir la emoción y el mensaje de la canción de manera magistral, logrando una conexión profunda con el público. Su interpretación de "Los Salieres de Charly" no solo celebró la música de Charly García, sino que también rindió homenaje a todos los artistas que han luchado por su arte en tiempos de adversidad.

En Revista Digital Música con Historia, seguimos explorando las historias que se esconden detrás de las canciones más significativas. Cada pieza musical tiene una historia que contar, un contexto que la hace única y una interpretación que refleja el momento en que fue creada. Desde la música clásica hasta el rock, pasando por todas las manifestaciones musicales que han marcado nuestra historia, las canciones nos hablan de nuestra cultura, de nuestras luchas y de nuestras esperanzas.