No les entregue el poder. Tata Barahona: La Voz de la Justicia Social
- McH

- 30 oct
- 4 Min. de lectura

La música, con su poder único de transmitir emociones y reflexiones profundas, tiene una capacidad transformadora que se ha manifestado a lo largo de la historia, especialmente en momentos de lucha y resistencia. Uno de los grandes exponentes de esa tradición en nuestro país es Pedro Antonio Barahona Venegas, más conocido como Tata Barahona, un cantautor santiaguino que ha sabido transmitir a través de su música una profunda conexión con la realidad social y política del país. A lo largo de su carrera, Tata Barahona ha hecho del arte no solo una forma de expresión, sino también una herramienta de denuncia y de lucha por la justicia social.
Entre sus más conocidas composiciones, destaca "No les entregue el poder", un tema lanzado en 2011, que se ha convertido en un himno de resistencia y un llamado de alerta ante las estructuras de poder que buscan manipular y controlar. Con su inconfundible voz elegante, que se aleja de la tradición folclórica chilena, Tata Barahona nos invita a reflexionar sobre el peligro de ceder el poder a aquellos que lo usan para oprimir, mentir y despojar a las personas de sus derechos fundamentales.

La letra de la canción es clara y contundente:
"No le entregues esta paz
No le entregues el poder
O sus perrro hambrientos
Sus buitres, sus cerdos
Vendrán a cogernos de nuevo"
Estas palabras, cargadas de simbología y denuncia, no solo señalan el peligro de la corrupción y la manipulación política, sino que también nos hacen cuestionar los sistemas de poder que afectan las vidas de las personas.
También parte de su letra Tata Baraona escribe:
"Su sonrisa es mentira
El infierno en su mirada es, oh
Su sonrisa es mentira
El infierno en su mirada es"
La "sonrisa" que menciona es una metáfora del engaño, de la fachada de simpatía que esconden quienes desean controlar a las masas. Y el "infierno" en su mirada representa la opresión, el sufrimiento y el dolor que generan aquellos que buscan imponer su voluntad a toda costa.
La canción se convierte en una reflexión crítica, en un llamado a la conciencia colectiva, invitándonos a resistir y a no ceder ante quienes utilizan su poder para sembrar discordia y sufrimiento. Es una invitación a no bajar la guardia, a permanecer atentos ante la realidad política y social, y a luchar por un futuro más justo y equitativo.
Nacido en Santiago, Chile, Tata Barahona es un hombre de múltiples facetas. Además de ser músico y cantautor, es también profesor, artesano y fabricante de instrumentos. Su vida y su obra siempre han estado profundamente vinculadas a su compromiso con la justicia social y la lucha política. Influenciado por figuras emblemáticas como Víctor Jara, Violeta Parra y Silvio Rodríguez, Barahona ha mantenido viva la llama del compromiso social en su música, fusionando la tradición folclórica con nuevas propuestas sonoras que enriquecen su mensaje.
A lo largo de su carrera, Barahona ha trabajado incansablemente para que su música sirviera como una herramienta de reflexión y acción en momentos clave de la historia de Chile. En tiempos de incertidumbre, sus letras han sido un refugio para quienes buscan comprender y resistir el impacto de las decisiones políticas. Es un artista que ha sabido mantenerse fiel a sus raíces, pero también ha logrado adaptarse a los tiempos sin perder la esencia de su mensaje.

Al hablar de la poesía de Tata Barahona, es importante entender que no solo está construida a través de su música, sino también a través de la sinceridad y el compromiso de sus letras. Cada tema suyo es una invitación a la reflexión, a cuestionar las estructuras de poder y a buscar una
alternativa a la injusticia. En "No les entregue el poder", la poesía de Barahona no solo se transmite en las palabras, sino también en la manera en que las interpreta: con convicción, con una voz llena de emotividad y firmeza. Esa fuerza interpretativa es lo que convierte sus canciones en verdaderos llamados de alerta.
Tata Barahona representa a una generación de cantautores que ha utilizado la música no solo como una forma de arte, sino también como un vehículo para la resistencia. Artistas como él, cuyo trabajo se articula en torno a la justicia social, han dejado una huella indeleble en la cultura chilena. Para ellos, la música es un medio para alzar la voz contra las injusticias, para invitar a la reflexión y para construir una memoria colectiva que no olvide el pasado, pero que también luche por el presente y el futuro.
En diversas entrevistas y comentarios en línea, muchos de sus seguidores destacan la autenticidad de su mensaje y su habilidad para mantener un compromiso político sin caer en la superficialidad. Su música, por más de cuatro décadas, ha sido un punto de referencia para aquellos que defienden los derechos humanos, la equidad y la justicia. Y, a través de su obra, ha logrado seguir vigente y relevante, conectando con nuevas generaciones que buscan encontrar en la música un espacio de resistencia y esperanza.





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